Las historietas, cubiertas por el polvo, descansan hoy en aquel armario.
Hoy sólo son dibujos, y mis héroes son los que puedo admirar a diario.
Quisiera saber si es frecuente encontrar al que lucha fomentando la bondad
y responde, siempre con una sonrisa si se presenta una adversidad.
Tengo el placer de compartir mis andanzas con una guerrera, que con su corazón da batalla.
Y en un gesto de alabanza le muestro lo que siento en forma de canción.
Hay que saber ser flor mientras vuelan guadañazos.
Ser princesa sin un rey que te estreche entre sus brazos.
Saber ser un ángel en un infierno permanente.
Ojalá que la vida me siga presentando gente con un grado mínimo de tu sensibilidad.
Para así poder creer que, aún hoy puede haber honestidad.
Quienes entienden de lo que estoy hablando saben que este ser, de ojos esmeralda,
tiene la capacidad de despertar un desfile de emociones en la espalda.
Porque, alguna vez, creyó tener su sol y este se fue en busca de otro amor.
Y su alma, lejos de parecer hielo, ante la falta de esa luz, pensó:
"Por qué habría de angustiarme tras su ausencia? Si aquel sol, como yo, se formó de nuestro amor"
Cerró la puerta con suma prudencia y espera otra estrella para fundir de a dos.